![]() Cuando una Nación permiten que se horaden sus cimientos hasta que cimbren sus pilares, pasa lo que pasa y estamos viendo en España en los últimos años, el demolición programada y por fases que, ando sospechando, proviene de la propia época en la que nuestra Constitución vino a ser instituida como nuestro Reglamento Principal, aprovechando el momento para dotarla de un permisivismo que llegase a contener la simiente de su, reitero, demolición programada. Hemos visto hace unos días manifestaciones de presión sobre tribunales porque se había ¡¡judicializado la política!! O sea, que si los políticos van contra el propio sistema que nos dimos, hay que dejarles hacer. Crear todo un corpus jurídico, eso sí, pero de aplicación de puertas para afuera... Hemos visto a un Presidente de Gobierno, el tal Rajoy, atendiendo antes las indicaciones de Estrasburgo que haciendo valer ese corpus que refería más, y poniendo en la calle a decenas y decenas de terroristas, porque aquí a europeos no nos gana nadie... Somos testigos cotidianos de como la educación, es decir, el modo de guiar, de indicar a tu Patria cuál es su camino, se descompone según y dónde se aplique, y así camina y nos va en España. Ni un sólo paso coordinado en un sólo sentido, eche quien eche a caminar, cada uno para un lado y, ante el desvarío, en vez de rehacer lo deshecho, parcheo tras parcheo. ¿Hablamos de Sanidad? ¿De hospitales que cierran camas? ¿De ambulancias que sólo te atienden si eres de la Frontera de tu comunidad para adentro? ¿De derroche sanitario incontrolable o de subasta de medicamentos que se otorgan a quien más barato lo venda sea cual sea la calidad y las consecuencias que dichas calidades tengan sobre la salud de nuestros paisanos? En todo ello radica la inutilidad del voto al PP, ni una sola medida destinada a asentar la UNIDAD de España. Todo palabrería y nula acción sobre las evidencias de continuos y unas veces descarados y otras camuflados ataques a nuestra Patria al amparo de no sé qué interpretación de libertades permitidas en nuestra Constitución, de la que se olvidan según el artículo del que hablemos. La España autonómica sólo parece ser el paso previo a los deseos de muchos que, a base de leyes y de transferencias de competencias, no pretenden más que conseguir ahora lo que no se consiguió hace 80 años: ir desgajando España y dejar sólo su nombre para cuando hiciese falta. De ahí podría inferirse la multiplicidad de partidos de izquierdas, que a veces se fagocitan unos a otros (caso IU como batiburrillo de partidos comunistas que han acabado como vemos. O caso UPyD con el último caso de me voy pero ahora vuelvo, conocido en España). ¡Qué poquitas derogaciones se conocen por parte del PP de alguna ley aprobada por el PSOE! Todo puro seguidismo y postureo de un falso progresismo pepero que les está llevando a su propio abismo. Eso sí de dejar hacer a los demás, nada. Y ya va siendo hora de que aquella Constitución parida para de difícil finalidad en su desarrollo alcance algunos puntos esenciales, como su artículo 20. Para que, al menos, todos los posicionamientos sean escuchados. Les invito a cliquear sobre la imagen y que me diga que entendió Rajoy cuando decía aquello de “…guardar y hacer guardar la Constitución…” Para mí que lo entendió en el sentido de esconderla en un cajón. Otra cosa no me cuadra, sobre todo cuando a la prensa se le pide que calle sobre VOX (enlace 1, enlace 2), sus ideas, sus principios, sus apariciones públicas, el bloqueo a cualquier tipo a presencia en medios de comunicación públicos y privados a pesar de lo que dice el final del punto 3 del artículo 20 de nuestra Carta Magna que sería bueno que Mariano y Soraya releyesen, si es que lo leyeron alguna vez. Y estos que llegan nuevos, los chicos de Rivera el de Ciutadans, que es ahora es Ciudadanos porque interesa, pues más de lo mismo a poco que se ven en el escaño confundiendo el poder del voto con el abuso del veto. Y continuarán apareciendo con el tiempo más y peores muestras del desinterés por mostrar una Nación unidad y de ahondar en su desgarro. Entretanto, aquí está VOX, porque lo de siempre, está de más.
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Como aquel grupo que en los ochenta no tenía tiempo para nada, Azul y Negro se hacían llamar, así está Rajoy. El Presidente no tiene tiempo para nada. Ni para responder a Aznar, quien le recuerda que le están comiendo el terreno a bocados de ballena; ni para haber parado debidamente y en su momento a Mas y su cuadrilla aunque el fuera de subalterno (para asuntos internos está el ministro de Exteriores…); ni, por supuesto, para gobernar un País con un esqueleto roído hasta lo indescribible por una osteoporosis de unidad que afecta a todas las bases que deben dar reconocimiento a una Nación.
Rajoy no tiene tiempo, ni le queda, para poner derecha la educación en España. Ni para unificar un sentido judicial dividido entre 17, al igual que nuestra sanidad. No tiene tiempo Rajoy más que para pensar en interpretar los datos que le cuentan, esos que hablan que crecimiento económico, de índices bursátiles, de coeficientes y de tipos de interés que, bien por ignorancia, bien por hartazgo, ya no interesan a nadie. Al menos a nadie de todos esos 4.5 millones de españoles que las pasan canutas para llegar, en demasiados casos, a primeros de meses, porque para ellos siempre es primeros de mes, esos días siempre esperados a ver si entra algo en casa. A esos 4,5 millones de Españoles no se les debe hablar tanto la “Marca España”, cuando España a base del soplete del autonomismo se la ha desmembrado de mala manera. Ya les puedes poner por en medio a Gasol, a Nadal, a Casillas, a no sé qué cineasta bienpagao y desagradecido, o al investigador de turno que trabaja a pesar de ti, Rajoy, sí de ti, que no traga ya el español más que el rato que dedicamos a disfrutar de un triunfo que en demasiados casos llegan a pesar de ti. España no necesita de una marca cuando una parte del pueblo español anda recurriendo a tiendas de segunda mano para comprarse un chaleco con la marca ya raída. España necesita de un proyecto que hable de España. De una España coherente, digna de sí misma, reconocible para el resto más allá de la única figura que demuestra estar a la altura de las circunstancias como es nuestro propio Rey. No puede ser que a España le esté faltando todo eso, y que en España se continúe permitiendo que compañeros de asesinados ofrezcan pactos a sus asesinos en una muestra de… no sé de qué Arantxa Quiroga, no sé de qué por más que hayas corrido a retirar tu propio plan, ¡qué plan, Dios, qué plan! Eso sí, “VOX calladitos que así estáis mejor. No sea que os dé por hablar de España y nos olvidemos que para eso fue para lo que fuimos elegidos” ¿No merodean acaso estas palabras la que es realmente vuestra intención? Craso error. Pues nada, a lo vuestro. Mientras España, a seguir esperando ver cómo demostráis vuestro interés bastardo, interpretando el sentido del voto de los españoles cuando corráis en busca del apoyo de C´s, si es que con eso os llega. Va siendo hora de cambiar, tanto que habláis de cambio, como Felipe en los ochenta, la época de Azul y Negro. Pero esta vez el cambio requiere otro sentido. El de vuestro posicionamiento respecto a VOX , los únicos que os podríamos reconducir por el sendero que lleva a trabajar por un proyecto de España, en el que, por ejemplo, ninguna niña más vuelva a ser humillada y discriminada por sentirse ¡española en España! Mientras el PP de Rajoy aún no ha movido un dedo…porque no tiene competencias (otra vez el soplete autonómico achicharrándonos el orgullo). Así que tú verás Mariano, puedes seguir inaugurando puentes y carreteras, iniciadas sus obras cuando aún no te teñías el pelo, o puedes comenzar a permitir a y presumir de dejarnos a VOX el sitio que nuestra democracia y Constitución nos garantizan y con el que tú no cumples, por más que jurases guardar y hacer guardar aquello que te pusieron por delante ante S.M. El Rey de España. O, como decía el otro tema, “me estoy volviendo loco…” |
Autor Antonio Palomar García (13/02/1969). Archivos
Agosto 2023
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