![]() ¡Qué difícil nos lo están poniendo! Unos y otros, todos los presentes en tantas instituciones de nuestra Patria. Los que roban, los que enchufan, los que arruinan nuestros ayuntamientos, nuestros parlamentos y diputaciones, nuestros ministerios, y para ir saliendo del paso y tapar sus vergüenzas, mangoneos y corruptelas machacan a diario a cada español que no pretende más que vivir y encontrar un motivo para hacer ESPAÑA, para sentirse orgullosos de ESPAÑA, para salir a la calle y gritar Viva ESPAÑA, tristemente, contra los otros, los que desgajan nuestro territorio, los que practican esa inexplicable introxenofobia hacia quienes conviven con ellos; los que aún sueñan vivir sobre una tierra cimentada sobre la sangre inocente de tantos cuantos por nuestra Patria dieron su vida, en ocasiones, para ser enterrados como si los criminales lo hubiesen sido ellos (ni a los criminales se les inhuma así), y hoy se fotografían, sonrisa en ristre, cuál referencias vivas de una historia que debían más bien estar paseándose aún por los patios de nuestras prisiones. ¡Qué difícil nos lo están poniendo! Mas todas nuestras manos, nuestras mentes, nuestros corazones, nuestro temple también, sí amigos, nuestro temple ha de ponerse a la orden de una ESPAÑA que más que nunca necesita de cada español que desee, por amor a lo que nos mueve, servir, más nunca y, quizá, en el momento más difícil para tal solicitud: SERVIR A ESPAÑA. Porque hay que rehacer nuestra Nación, desde cada calle de cada pueblo; a cada desesperanza de volver a ser lo que en realidad somos, retirarle semejante prefijo y retornarlo en esperanza y futuro, tan cierto como confiado, por saber que somos por lo que fuimos y hemos decidido volver a ser. Lo contrario sería traicionar nuestra esencia, y un español que se precia de su condición, no traiciona los principios que enmarcan los limites que definen nuestro milenario territorio. Probablemente se trate de saber diferenciar para saber qué y en quién creer: si en quienes se hacen el juego mutuamente, o en quienes todo su empeño lo invertimos en la defensa de lo que sirvió y seguirá sirviendo para unirnos, con reformas si es preciso cuando toque: nuestra Constitución, médula ósea de la que hacer depender nuestra agilidad e inquebrantable condición de lo incomparable, el ser de ESPAÑA, o la paraplejia a la que nos invitan a participar la inconsciencia vestida de separatismo, nazionalismo 2.0, o en fin, el nacionalismo históricamente destructivo en sus diversos grados y momentos. Para todo lo primero tenéis a los de siempre. Para el proyecto ESPAÑA tenéis a quienes ya hasta el silencio parece apoyarnos cuando fue nuestro peor enemigo. Somos VOX, servimos a ESPAÑA.
2 Comentarios
Natalia Martinez Egyed
8/11/2017 12:42:37 am
El liberalismo de izquierda socialistas son una enfermedad mental.
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Antonio
8/11/2017 12:55:40 am
Lástima que la medicina no tenga tratamiento para esto... un saludo
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Autor Antonio Palomar García (13/02/1969). Archivos
Agosto 2023
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