Allá por mayo de 2015 volverán las urnas a los colegios electorales. Será la hora de examinar la gestión de gobierno y oposición en cada localidad, en cada ayuntamiento.
Para entonces VOX se habrá definido. Sus bases y no lo que la cúpula quiera, serán quienes digamos lo que VOX es en el panorama político español. Nadie nos habrá dicho qué aprobar y qué no. Nuestro Manifiesto se habrá tornado en Estatuto, y nuestros objetivos, desde la derecha, serán expuestos a la consideración de los españoles para solicitar su voto. Habremos expresado ya lo que queremos para cada pueblo, para cada región, para España entera. Aun sin todo eso concretado, España parecía estar esperándonos: casi un cuarto de millón de votos dejaron a VOX a las puertas de Europa. Alguno echó esos votos de menos en su contabilidad… El 20-S será la fecha en qué todo quedará consensuado. Pero hasta entonces en VOX no paramos, por mucho que algunos piensen que lo de nuestra candidatura europea fue una nube de verano. Quizá, aunque si la nube descarga, mala cosa a quién le pille debajo. No paramos, decía, y comenzamos a ofrecer lo que seguro que todos aprobamos: VOX llega para romper con la desidia. Una alternativa por la derecha a la derecha de siempre. A esa derecha que en los pueblos, especialmente en Andalucía, sigue siendo la misma de siempre, fiel a la voz de su amo y aferrada a los sillones de la oposición (muchos) o a los de gobierno (poquitos), sin ánimo alguno de dejar paso a nadie, y cuando lo hacen casi hay que declarar festivo ese día en España. A esa derecha que lleva ofreciendo lo mismo por los mismos desde que aparecieron. Y así les va, ahormando sus posaderas en sus escaños municipales y haciendo del conformismo la bandera que hondear victoriosa sea cual sea el resultado electoral, porque ellos, no sé cómo se las avían, pero nunca pierden. Son, continuamente, el cambio hacia el que nunca nada cambia, si acaso un puñado más de votos, todos respetabilísimos, les sirven para justificar su permanencia e intocabilidad en el seno de semejante organización política. A estas horas, ya estarán comenzado a plantearse que hay que ir remangándose, hacer lo que no se ha hecho en cuatro años, simular cercanía, sonreír como si no hubiera mañana, buscar apoyos dentro del partido a quienes aparentar que se les escucha para después dejarles en el camino, y blandir un tocho de programa electoral, porque así lo dictan los cánones de la política al uso en los pueblos de España, con especial énfasis en los andaluces y, ejemplificados en ellos, mi propio pueblo, Lora del Río. A esta oferta política VOX argüirá la propia. La de un partido hecho por sus afiliados, en el que se oye y además se escucha a todos ellos. En el que son ellos quienes deciden quién les representa y quienes van en sus candidaturas. Si yo preguntase a cualquiera del PP loreño quién piensa que ocuparán los primeros puestos de esa lista en Mayo, se equivocará por muy poco. VOX estará, lo procuraremos para darle a Lora la posibilidad de comparar, y ver que si por la izquierda las posibilidades son varias y eso implica normalidad, por la derecha, en España y al margen de extremismos que nos son ajenos, también es posible optar. Hay vida más allá del PP. La resignación puede dejarse ya a un lado en el momento de escoger la papeleta de voto. No hay que votar a los chicos de Rajoy porque no haya más opción a la derecha. Está VOX. Y VOX es un partido que declara abiertamente sin ambages, sin la hipoteca de deberse a nadie más arriba, por ejemplo, que la Doctrina Parot debe ser repuesta. Eso, entre los populares hoy, quien te lo dice, lo hace con la boca chica, porque de declararlo abiertamente, estarían en la calle antes de terminar de expresarlo. Hemos de ser, según el PP, el ejemplo de Europa en todo, incluso, por encima de la dignidad de nuestras víctimas, y ese PP es el mismo que se presenta en cada pueblo. Así pues, desde VOX animamos a los votantes de derechas, los que votan normalmente y los que no lo hace para combatir la resignación de no confiar su voto a los mismos de siempre, a plantearse votar a VOX cuando llegue el momento, a dar una oportunidad a quienes estarán en una lista no porque ningún dedo les apunte, si no porque así lo decidieron en igualdad sus compañeros de partido, y porque no somos el cambio de nada, sino una nueva opción a la derecha que se ofrece para devolver la resignación al cajón del olvido, que es donde terminaron tantas confianzas depositadas en las urnas en ocasiones anteriores votando a los de siempre. Confía en VOX. #VenteaVOX. #AfiliateaVOX
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Autor Antonio Palomar García (13/02/1969). Archivos
Agosto 2023
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