Con 19 años yo acababa de llegar a Sevilla a cursar el viejo COU, que tan buen prestigio trajo a la educación española.
Andaba como loco por Sevilla. Me hablaron tanto de ella mis viejos compañeros de Fuente de Cantos que desvariaba en mi deseo por embeberme de tanto como escuché. Noches y noches de paseos a solas. Idas y vueltas al desaparecido Alfonso X a pie, por querer verlo y volverlo a ver todo, como si se fuese a diluir de un dia a otro tanto como mis sentidos percibían. Cosas de un joven loco bohemio recién llegado... Y en estas, unas elecciones municipales se atravesaron en mi camino, y un lema "I love Sevilla", me embaucó, me arrastró sin dejarme discernir a qué correspondía aquello. El desaparecido PA de Rojas Marcos y Pedro Pacheco, sus líderes y sus verdugos. Poco duré entre ellos, unos meses. Rápido aclaré mi error. Con todo, yo con 19 años no era más que un chaval recién llegado de un pequeño pueblo y aturdido por una gran ciudad. Convencido que llegaba donde debía, y al lugar que debía asimilar, tolerar y acostumbrarme. No me equivocaba. Pasó el tiempo y Sevilla me absorbió en la misma medida que me dejé absorber, absolutamente. Y, en su imagen cosmopolita, quise ver que España debía ser igual si Sevilla llegó a tanto. Y los españoles a su par. Así parecía y así vino a ser, salvedad hecha de los asesinatos de ETA que aquí tuvimos que sufrir y/o darles sepultura. Era el precio de formar parte de nuestra España. El que se tuvo que pagar, en tantos sitios, en demasiadas ocasiones. Pero llegados al dia de hoy, en una Nación que comienza a presumir de "patas de gallo" democráticas, no entra en mis cálculos que hoy, una persona de mi edad cuando yo llegué a Sevilla, tenga que soportar algo de lo que yo no tuve conocimiento cuando, con su edad, llegué a Sevilla. Porque a mi compañera con 19 años recién cumplidos, por ser lo que es, por defender lo que defiende, por amar lo que ama, España, sencilla y grandemente España, le dieron hace unos días una paliza entre tres, atancándole por la espalda y llamándola... "fascista de los cojones". Toda una declaración, más que de intenciones, de condición de quienes le atacaron. Y yo soy, orgullosamente, como miles en España, su compañero. Yo, con 19 años, no sé si habría aguantado eso. No sé si hubiese seguido adelante; no sé si hubiese salido de casa y atendido a unos y otros medios de comunicación; no sé si me hubiese rendido... Con 19 años, entonces, no lo sé. Pero hoy, 27 años después, y después que una chica de 19 años me diese una lección como la que mi compañera Inma me ha dado, amigos de VOX, yo como todos vosotros, aquí sigo, con el orgullo multiplicado por tí, Inma, y la ilusión repostada hasta rebosar por tu ejemplo. Yo, con 19 años, hubiese querido que alguien como tú me hubiese abierto los ojos como lo has hecho tú ahora conmigo, ahora que comienzo a rondar mis bodas de oro con la vida. Gracias Inma Sequí.
1 Comentario
Ana María Olivito
6/9/2015 10:19:30 am
Necesitamos mucha gente así con aplomo y serenidad, con fuertes convicciones.Gracias por ser y estar ahi
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Autor Antonio Palomar García (13/02/1969). Archivos
Agosto 2023
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