Encuestas y más encuestas, sondeos de opinión que no hacen más que marear al español harto de que en vez de darle trabajo, le molesten con preguntitas que van desde su edad hasta si ayer comió cocido si es que comió…
Y en todas las encuestas prácticamente los mismos protagonistas y la misma censura de siempre ¿Se pregunta por todos? Pues va a ser que no, porque cuando se pregunta por todos resulta que aparecen unos por ahí en medio con quienes nadie contaba, pero con quienes sí está contando el preguntado, aunque no le pregunten por ellos. Esos ellos que responden, respondemos, al nombre de VOX y a quienes nos lidera Santi Abascal. Esos ellos que proponen principios para comenzar, algo que pudiera resultar evidente, aunque en esta bendita Nación llamada ESPAÑA parece haberse olvidado. Parece ser que hablar de principios no está de moda, o no quieren que esté de moda. Y ese es el problema que a poco que desde arriba se vaya contra algo, ese algo adquiere interés. Y la torpeza alcanza, por suerte para VOX, su grado máximo, cuando a diario la censura se multiplica. Y ya sabemos lo que al ser humano le gusta ir contra todo lo prohibido. Sin ser nadie fuimos 250.000. A día de hoy, con la censura a cuestas, apuntamos a medio millón de votos tirando por lo bajo, sin contar con ese voto oculto que está deseando dejar con la caritas descolgás a tanto mandamás que desconoce que, a mayor obstáculo, le oponemos mayor ilusión en el trabajo. Porque sabemos que mientras más insonoricen nuestro habitáculo, mayor será el clamor externo reivindicando lo que quieren escuchar: principios, valores, cimientos que restaurar de una ESPAÑA harta de que todo valga y que quienes gritan libertad, pretenden monopolizar y olvidar a un tiempo el lugar que dicen ocupar y repudiar simultáneamente, la derecha. Pues amigos, la derecha sin excusas, sin peros, sin nada de lo que avergonzarnos somos nosotros, VOX. Apareciendo o no en las encuestas; acallados o no desde el aparato del sistema; señalados o no por quienes no han sabido madura y entender que no tenemos nada que ver con no sé qué derecha de mediados del siglo XX. Somos VOX en 2015, y hacemos nuestros los principios y valores que impiden que una nación se tambalee. España no tiene necesidad de hacer de junco, siempre a costa de que la enderecemos los españoles por la incompetencia de, por ejemplo, quienes hoy pretenden callarnos, obviarnos, reducirnos a lo testimonial. Mas la pretensión va camino del más absoluto desastre, pues, sin querer esas mismas encuestas se vuelven cabezonas y no se dejan manipular. Y aparece VOX, y el nerviosismo reconcome a más de uno o una, a pesar de su poder para levantar un teléfono y hacer y deshacer a su antojo, en una extraña concepción del ejercicio de la autoridad que reverdece en exceso ciertos brotes de autoritarismo que se suelen terminar pagando caro, porque hay que abrir los sobres que caen en las urnas… Que continúe, pues, el silencio impuesto, el miedo difícilmente disimulado de haber entregado, suma y seguirá, a buena parte de tu electorado a una formación, VOX, que sí cree en los principios que abandera, y que, desde luego, no tiene a España como su mesa de experimentos. Ahora España, con o sin encuestas, #PiensaenVOX
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VOX se ha dirigido a la librería, ha desempolvado cuanto cubría el libro que buscaba y ha comenzado a recitar todo lo que nos han ido ocultando legislatura a legislatura, presidente a presidente.
Recitado que comienza por un SÍ a la VIDA irrenunciable, ajeno a eufemismos que terminen con el tiempo derivando en lo que hoy tenemos, centenares de miles de vidas cercenadas, la mayoría de ellas, sino todas, sin juicio ni defensa alguna. Porque VOX dice NO al aborto. Y ha seguido leyendo y ha recordado que el concepto de Unidad ha ido desgarrándose con el paso del tiempo del nombre de España. Un complejo infinito, un desconocimiento atroz de lo que significa España nos ha traído hasta hoy. Una España desnutrida de su propia esencia, por tanto como la fue horadando la gubia del nacionalismo campante a sus anchas, con el beneplácito de tanto bienpagado político español, supuestamente, defensor de la Constitución en la que se define bien claramente qué es España y cuál ha de ser el papel de nuestros representantes, ya juren , ya prometan. Y en su apasionado repaso de aquel libro, libre ya de polvareda, VOX cayó en la cuenta que la dignidad de un buen montón de españoles, la memoria y el respeto por la misma era ya difícilmente mensurable, porque se había perdido cuanto se trabajó en favor de tanto inocente muerto, siempre cobardemente, por casi los mismos de siempre. Y se propuso situarse de nuevo de su lado, aunque no estuviese de moda apoyar a las víctimas. Tocaba epílogo, y aprendió que los errores no se salvan dejándolo todo para el final, que las medidas están para tomarlas si hay una Constitución que te ampara letra a letra, siendo semejante Constitución el primer objeto de su defensa, porque esa Constitución es ESPAÑA. Sin complejos, sin miedos a cebaduras ni llagas en la boca a la hora de pronunciar su nombre. Sin bocas pequeñas a la hora de reclamar nuestra condición conservadora, DE DERECHAS, porque la primera en ampararnos es nuestra Carta Magna, y en reciprocidad y por convencimiento, sin fisuras ni ambages acomplejados, aquí está, aquí estamos VOX, reclamando el derecho a la vida; la restitución de la dignidad de la víctimas; la imposición de las barreras oportunas desde el primer momento a todo aquel que trate de desgajar España a su capricho; exigiendo la igualdad sanitaria, judicial, educativa en todo el territorio español. VOX está aquí , es así y no tiene por qué avergonzarse ¿De qué? Ahora toca aplicar lo leído, mostrar otra España posible sin traicionarla, que la derecha no está huérfana porque está VOX, y que venimos para recuperarla de tanta pretensión de difuminar su esencia como lleva aguantada. #AhoratocaVOX, y no es por capricho, la necesidad apremia. Hay que rescatar los principios, los valores, la unidad de España, porque quizá haya sido lo que quedaba de ellos lo que ha permitido aguantar a nuestra Nación el chaparrón de recortes, con pinta de poda en toda regla, que los españoles hemos debido aguantar y superar. Esos mismos recortes, que otros nos vendieron como políticas irrenunciables de aplicar, mientras el cuento les fue y sigue siendo a todas luces inaplicable a los "verdugos" de quienes lastraron durante todos estos años nuestra moral, nuestros principios y nuestra Unidad, a costa siempre de nuestros bolsillos y apenas de los suyos. Ahora toca la poda real, la que dice que si hicieron falta recortes fue porque primeros los unos y después los otros, en unos sitios -España- unos (PP y PSOE en su alternancia vestida de democracia), y en otros sitios (Andalucía sobre todo) siempre los mismos, acotaron España e hicieron de ella ese cortijo en el que hacer y deshacer a su antojo. Vendiéndonos una legislatura sí y otra también el cuento del cambio, el de la renovación en las listas (hace 25 años aproximadamente conocí en el PP a cabezas de lista de las próximas autonómicas, que ya iban en puestos de salida entonces). Debe ser esa la novedad, que se hacen a cualquier papeleta con tal de no soltar la teta. Pero España ha tocado arrebato, está harta de siempre los mismos, por más que se empeñen en silenciar a medios para que VOX no salga, y VOX está comenzando a salir. Y sin necesidad de haber salido antes, continua y persiste en enervar a tanto “callabocas” oficialista por miedo a que estos de la derecha, a la que ellos renuncian explícitamente (que le pregunte a Moreno Bonilla, el niño del dedazo), le vayan horadando día a día, palmo a palmo, el terreno que ellos pretendían suyo no sabemos por qué extraño motivo. A mí me da que ese motivo va a tener que ver con que aquí, en VOX, no estamos por la labor de pagarle nada a nadie, por muy bonitos que sean. Que aquí en VOX pretendemos que cada uno se pague lo suyo y no siga viviendo a costa de los españoles de los que quieren seguir viviendo. Por eso, aquí en VOX, pensamos y proponemos: 0 euros a partidos políticos, 0 euros a sindicatos, 0 euros a asociaciones empresariales. Y un CERO como un templo a cualquier intento de pretensión secesionista; a cualquier tipo de cesión gubernativa a intereses malignos de terrorismo; a toda pretensión contra la VIDA. Somos VOX, es lo que hay. Clarito y sin concesiones, para cualquier otra intención ya sabe ESPAÑA dónde llamar, aquí NO. En VOX hemos propuesto la poda de todos esos que con recortes de todo tipo nos ha maltrecho hasta la hartura mientras que los jueces deben buscar copias de expediente porque alguien los extravió. Con tanto extravío de futuro como los de siempre han provocado. Por eso vamos a la poda. A proponer a otros que crean en ESPAÑA, así y sigo con mis mayúsculas al escribir el nombre de mi PATRIA, porque ya está bien de los mismos de siempre. Y cuando digo siempre, digo desde que tengo uso de razón y sentido de la vergüenza. No creo en VOX por capricho. Creo en VOX por sentido de la decencia, de la equidad, de UNIDAD, de la necesidad de una ESPAÑA que esté por encima de sus líderes para echarles cuando sea necesario, empezando por nosotros mismos llegado el caso. VOX propone la poda del malgasto, la poda de la vida política de tanto sinvergüenza, la poda de tanto y tanto “amamantao” al servicio de quienes pretende impotentes callarnos la boca. VOX propone la poda de tanto corrupto, sólo es cuestión de saber qué papeleta echar en forma de semilla en el sobre para que germine… Ellos nos inflingieron los recortes. Nosotros a ellos...#lapoda Vacío, puro vacío, un inmenso vacío. Una nada exacta producto de la hartura de una Nación hastiada de la misma nada de llevar sin producir nada en España, y que es la que provocaron PP y PSOE en los últimos años, unos por omisión y otros por acción, a todas luces, equivocada.
Y PODEMOS, sin proponer nada, se aprovecha de su dominio de la demagogia y la desesperación de las masas, afectadas por la insensible incompetencia de gobiernos que olvidaron serlo de un País para servirse a si mismos. Y PODEMOS prosigue sin ofrecer NADA, absolutamente nada. Ni una idea para solventar cualquier cuestión de las que tanto vociferan. ¿PODEMOS, qué? Vacío de programas locales,autonómicos, nacionales, o europeos que ya no sirven. No se puede plantear un nuevo País, una nueva ESPAÑA, doliéndote su nombre en tu boca. Pidiéndole su confianza sin decirte para qué. ¿En qué creen? ¿Hacia qué siglo nos llevan si hacia los pretéritos o hacia los por venir? Si es que nos espera porvenir dichoso con semejantes portadores de una nada tan extraordinariamente incierta por lo que se anuncia de peligrosa. Es hora de proyectos, de decir las cosas claras, y de que todo tu cimiento no se limite a la crítica de lo que todos ya sabemos. Aunque buscar ese proyecto en PP, PSOE o PODEMOS resulte te infructuoso como el solo hecho de pensarlo. O nos chocamos con los mismos mensajes de siempre, o lo hacemos contra quienes no ofrecen mensaje alguno. Y, sin embargo, hay dónde elegir: #VOX, SÍ, de derechas, haciendo derecha y defendiendo España, a sus familias, su educación, a sus victimas del terrorismo, a su Constitución con las modificaciones que referidas a una nueva Ley Electoral y otra de partidos proponemos. Porque en Vox proponemos, no vociferamos al vacío. Porque defendemos sin ambages el derecho a la vida, el apoyo al trabajador y al empresario, sin que resulte necesariamente incompatible. Porque no queremos diputados espectadores en el Congreso, o en cualquiera de esos Parlamento que, además de haberse demostrado inútiles, han mostrado lo oneroso de su existencia, y para los que reivindicamos su reducción o eliminación definitiva del panorama y estructura política española. Son ideas de fondo. Esto es Vox, con V de voluntad que no de vacío. Y el equipo predispuesto a actuar siempre en beneficio de ESPAÑA, está impaciente por concretar su labor. Creemos en ESPAÑA, a nosotros no nos escuece los labios al pronunciar su nombre. Confiar en VOX será votar por nuestro futuro, o entregarse al vacío... Desde que surgió en España el movimiento “podemista”, mucho se ha hablado del poder de convocatoria del mismo. Poder que vino a traducirse en su inmediata presencia en el Parlamento Europeo a la primera oportunidad que tuvieron de presentarse a unos comicios.
Como un brote de espuma fue su subida. Instantáneo. A partir de ahí el crecimiento en adeptos fue y sigue siendo espectacular. Lo de las encuestas ya casi clama al cielo, que un partido recién nacido vaya codo con codo en estimación de resultados con los partidos tradicionales, “robando” a diestro y siniestro (es una forma de hablar porque en España lo de la diestra y la siniestra es puro simbolismo) escaños en los distintos y múltiples órganos de representación política de nuestra Nación. Sin embargo, resulta extraño localizar citas o noticias en las que PODEMOS hable de sí mismo. Su estrategia es el martilleo constante sobre temas en los que se puede estar más o menos de acuerdo en su tratamiento, pero que ellos han sabido hacerlo calar y encontrar caja de resonancia social: corrupción, paro, recortes… Reitero, con todo, que es difícil escucharles hablar de ellos, de sus intenciones, de su programa, del que si acaso vimos alguna foto y que, cuando fue de dominio público, recibió innumerables críticas por cuanto de irrealizable tenía. Sólo tenemos de ellos extrapolaciones de lo que en otros lugares han mantenido (Venezuela, Cuba, ahora Grecia) como referentes para ellos de lo que debe ser la nueva política, pero ¡qué política! A partir de ahí el miedo, el temor por parte de quienes se paran a observar y tras de sus toldos morados apenas ven… nada. Nada que ofrecer y montón de dudas que aclarar en torno a cuanto se viene publicando en distintos medios sobre la naturaleza y legalidad de distintos cobros recibidos, precisamente, por sus principales líderes. No se escapa ninguno de los tres cabecillas: Iglesias y las facturas de su programa “La tuerka”; Monedero y sus tretas con Hacienda para aclarar si es o no legal su situación con el fisco, y Errejón y lo recibido en becas en las que dicen que no trabajaba pero sí cobraba. Ha sido incorporarse al mundo de la política española, ponerse a la altura en resultados con PP y PSOE, y aparecer contagiados de corruptelas e ilegalidades por todas partes. Y ahora quítate el San Benito. Lo principal, mientras, sigue siendo sus pretensiones: ¿qué estrategia plantean para luchar contra el paro? ¿Cuál para luchar contra la corrupción? ¿Qué futuro ofrecen a victimas de ETA, a sus asesinos y cómplices? ¿Qué España plantean en cuanto a los intentos de secesión? ¿Qué hay de las promesas planteadas en las pasadas europeas? ¿Son de aplicación aquí? ¿Qué papel pretenden para España en el exterior en cuanto a defensa, relaciones exteriores con el Magreb, CE, Oriente Medio, China o Sudamérica? Las cuestiones se amontonan, las respuestas no aparecen. Sólo vemos un letrero que indica PODEMOS, pero no cómo, ni cuándo, ni cuánto, ni por qué… Parecen pretender la confianza en plan cheque en blanco. ¡Dejadnos a nosotros, que veréis! Los españoles, Iglesias y feligreses, queremos saber cuál el presupuesto que presentáis a España, concepto a concepto. Porque no hay para tanto, no sea que al final no haya para nada. Y porque, además, eso que nos proponéis es exactamente lo mismo que hasta ahora nos propuso la casta de la que tanto habláis. Aunque ellos, al menos, nos presentaron su presupuesto por más que después la obra quedó como quedó… Dejad que España, esa que os escuece pronunciar su nombre, presuponga algo en claro con vosotros. |
Autor Antonio Palomar García (13/02/1969). Archivos
Agosto 2023
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