![]() ¿Por qué soy de #VOX? Después de 25 años en el PP decidí afiliarme a VOX. En aquellos 25 años hubo de todo (menos vencer en este cortijo político que llaman Andalucía y que aún ¿gobierna? El PSOE). ¿ Campañas electorales? Todas las que cupieron en aquel tiempo. ¿Asistencia a actos? Tantos como pude. ¿Hora dedicadas al que equivocadamente consideraba mi partido? Las que en 25 años se puedan encontrar. Y gentes conocidas para llenar otra región del mismo tamaño, casi todas maravillosas. Pero, decía, que equivocadamente consideraba al PP mi partido porque, en poco o en nada, mi opinión y la de muchos alcanzaban alguna vez el oído y les era prestada la atención que merecían. Estaba todo pensado, todo amarrado y bien amarrado, por no usar expresiones exactas de recuerdo que les serían injustamente achacable con toda seguridad. Ustedes me entienden. Eso que ocurría a nivel local, al parecer también era extrapolable a niveles superiores, donde los círculos aún se volvían más elitistas, cuasi inasequibles a un militante de calle que quisiera acceder a semejantes orbitas sin pasar por el aro de la sumisión a los de arriba. Triste, muy triste… Pero no había otra posibilidad por la derecha española sin caer el riesgo de salirse de los límites de lo que marca la consciencia personal, además de la propia Constitución. Para terminar de adornar la tarta, la asunción de formas de actuación propias de los socialistas, durante este ser o no ser del caso Gürtel/Barcenas, que provocó y provoca vergüenza ajena en muchísimos peperos, a quienes se les terminó de dejar con el culo al aire por parte del Gobierno Rajoy, con su inacción y el desistimiento (aquel del que hablaba Iturgaiz en el que no debía caer la sociedad) ante la decisión de los Tribunales de Estrasburgo de dejar en la calle a decenas y decenas de criminales terroristas (súmense pederastas, violadores, etc.), o su posición a veces aparentemente dubitativa ante el hecho catalán que no sabemos cómo acabará el próximo 9-N. Y, en esto, llegó VOX. Un partido que muy bien podría haberse llamado AUDERE, porque oye y escucha que, en castellano, no es lo mismo. Un lugar donde al levantar la mano, además de darte la palabra, te ponían una papeleta de voto en la mano, y un aquí decidimos entre todos. Yo semejante situación no la conocí en 25 años. Hoy he participado como elector y elegible en las primarias de mi partido, ahora sí. Y por eso, VOX. Entendido sea que mis ideales políticos entran todos, en general, en su primer marco de entendimiento que es su Manifiesto Fundacional. Aquí estoy y aquí me quedo, a la espera de que esta familia recién nacida se mantenga inasible al desaliento de devolver España para los españoles. ¡¡Viva España!!
2 Comentarios
![]() Lo leo por ahí en Twitter, y es cierto. ¿Por qué no podemos escuchar a todos los partidos en la misma medida? Ya sé que hay por ahí alguna norma que explica que los tiempos en televisión se rigen por no sé qué historias de proporcionalidad que, al final, siempre permiten expresarse a los mismos, y la sorpresa política de turno. Una norma hecha a medida de los de siempre, y como siempre, siempre las mismas historias: dónde gobiernan unos, los otros dicen ser el cambio; donde gobiernan los otros, los unos dicen ser lo que son incapaces de demostrar allí donde gobiernan, por llamarlo de algún modo. Queremos escuchar a Vox hablar en medios que son de todos o, al menos, con el dinero de todos se pagan. Queremos saber, y que lleve cuanto pueda saber Vox a cualquier rincón, porque España no debe ser privada de cualquier propuesta que le pueda ser ofrecida. Ya sabemos que PSOE y PP acallan a medios y más medios de (parte de la) información, sabedores de que pueden verse privados de tanto como reciben de semejantes mamuts políticos españoles. Donde nos nombran nos niegan el pan y la sal, nadie nos va a votar. Donde no lo hacen denotan cierto querer expresar alguna referencia a Vox. Pero hay miedo, el cambio que suponen ser los unos en unos sitios y los otros en otros ha de continuar su periplo histórico, salvo excepción extraña de sí misma, su nunca acabar, su nunca comenzar, Andalucía, Madrid, Castilla-León, Levante, Murcia, el propio Gobierno de España… Y en esas estamos, no existimos siendo miles. No hemos nacido para TVE, Canal Sur, Canal Nou, TeleMadrid, etc., etc.. Sin embargo, no pueden con las redes sociales, con los blogs personales, las webs independientes o los medios locales que poco o nada pueden perder y que sí que llegan a la gente. A esa gente que quiere ver a los nuevos, a quienes se les ha ocurrido la idea de acabar con el pretendido monopolio del centro derecha, y hacerlo a base de creer y promocionar la libertad de sus propios afiliados, colaboradores, voluntarios. De darles la palabra, de hacer verdaderamente nuestro un partido que no ha nacido para ser la clac de unos pocos jerifaltes que piensen por todos. Por eso #SomosDiferentes , porque somos nosotros mismos, nuestras ideas, nuestras voces, nuestros votos y lo que nuestro criterio nos impulse a decidir. No nos dejaran un sitio para expresarnos mínimamente digno, nos relegarán a lo que ellos quieran. Igual terminan pidiendo nuestro hombro para poder mantener en pie el suyo. . ![]()
![]() Artur más se ha convertido, de algún modo y con las debida diferencias, en el Joe Rigoli catalán, con su “Yo sigo” de Felipito Takatún. Pesao, "mu pesao” se ha vuelto este President, “jartible” como un capillita en Agosto. Incombustible al desaliento, asido a su afán por formar el lío y llevar a los suyos a un enredo de difícil resolución que, de llegar a representarse, provocaría al Gobierno de España a tomar una resolución aún más dura de la que ya debería haber tomado. No hay más Estado que el español ni más Nación que España; ni ley de mayor altura que nuestra Constitución; ni voluntad más legítima que la del pueblo español en su integridad, desde Melilla o Fuerteventura a La Coruña, desde Cáceres a Mallorca. No hay más solución que la de aceptar la que mayoría de nuestro Congreso asume, y esa es la de continuar como hasta ahora, todos juntos y, en adelante, ir tomando medidas para evitar la hispanofobia que, extrapolada a otros lugares de este Planeta acabó como acabó. Cataluña es España y España no lo es sin Cataluña, ni sin cualquiera de sus regiones. Esas que deben volver a ser denominadas como tales, porque tanto autonomismo nos está llevando a esto, a remover a españoles contra españoles, sin que nadie explique qué necesidad mueve a todo este lío, ayer de Ibarretxe, hoy de Mas, mañana… Alguno debería autoexaminar su propio nivel de competencia, ver cómo asumió el estado de su región y observar cómo la tiene, y dejarse de salidas de patas de banco para justificar y/u ocultar su escasa capacidad para resolver y devolver la prosperidad que tanto prometió en mítines, y tan poco concretan cuando les llega la hora. No Señor Mas, la integridad de España no es ni va a ser moneda de cambio de su incompetencia, a menos que llegue un Presidente de Gobierno de España y se dedique a permitirle aún más de lo que Rajoy ha llegado a permitirle. Vale, que la ley le concede la posibilidad de llegar como llegó ayer hasta el Congreso. Hasta ahí de acuerdo. Pero ¿qué le parece que sí usted pone una urna en algún colegio el próximo 9 de noviembre sea usted puesto a disposición judicial, su autonomía suspendida (ambas cosas las recoge la ley) y Cataluña convertida en un jaleo de mucho cuidado por su culpa? Usted sería el responsable, sólo usted y sus amiguetes de ERC que, muy probablemente, le dejasen solito apelando a que quien firma es usted. Esta gente eso de la corresponsabilidad no es algo que no llegan a comprender cuando llega la hora, son así. En fin Sr. Mas, piénseselo, por usted, por Cataluña y, si me apura, por España. No haga más de Felipito Takatún, no sabe. Debido a la extensión del video y su formato, me vi obligado a recortar y comenzar de nuevo. En breve estará disponible para su visionado, con un minutillo menos antes de la primera publicidad y sin la canción del final. Lo principal sí que está disponible en dos partes
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Autor Antonio Palomar García (13/02/1969). Archivos
Agosto 2023
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