![]() Tenemos historia sin necesidad de décadas pasadas. Somos lo que somos desde hace poco más de 8 o 9 meses. Y quienes comenzamos siéndolo, lo hicimos en un grandísimo número llamados por un Manifiesto, nuestro Manifiesto, que no nació por generación espontánea, no, nació fruto de la genialidad y cuasi infinita capacidad intelectual de unos señores puesta al servicio de quienes estuviésemos por la labor de alinearnos libremente en favor de España. Ese Manifiesto fue la esencia constitutiva de lo que hoy son nuestros Estatutos. Esos que entre todos labramos, y que con los primeros compases del invierno, han de marcar a quién fuere nuestro líder, librado ya de provisionalidad, las pautas para gobernarse y gobernarnos en el futuro devenir de VOX. No olvidemos esto. Nuestro Manifiesto ha de ser para VOX algo así como lo que para los Americanos significa su Declaración de Independencia: interpretable, porque los tiempos cambian, pero inmutable en su esencia, porque son la génesis que nos mueve, la idea que de forma innegociable en su origen hemos de defender dentro y desde el marco democrático que nos ampara, la Constitución de España. Que todo lo que de hermenéutico tenga nuestro Manifiesto, lo sea sin que nuestros Estatutos traspasen su condición de tales Estatutos. Que ningún fruto, los Estatutos de Vox, usurpe la condición de germen de aquello de lo que deviene, nuestro Manifiesto, ni pretenda obviarlo, ni rehusarlo ni someterlo, por supuesto, a ninguneo, pues acabaríamos perdidos. Nuestro Manifiesto, así lo entiendo, ha de ser nuestro generador de ideas, siendo nuestros Estatutos, producto primero de esa generación, el instrumento de adaptación de las mismas a la realidad imperante en cada momento. TODOS hemos de saber ser en función de lo que quisimos ser TODOS, desde que asentimos nuestra coincidencia con semejantes ideales. Hacer otra cosa será dispersar VOX y su esencia hasta su disolución definitiva en lo que pudo ser y no fue por culpa, igualmente, de TODOS y de cada uno en función de su proceder personal. Evitémoslo desde ya, si es que ya no estuviésemos yendo tarde, cosa que no me atrevo aún a afirmar. Hagamos VOX siempre y desde nuestro origen. Ahora más que nunca #VOX2015
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Es triste leer lo que hay que leer en prensa o en las redes sociales sobre nosotros mismos. No puede ser que tantísimos hayamos creído en este proyecto para que por arriba unos y otros hayan emprendido batallas por su cuenta, a razón de no sé qué, para terminar tirándose los trastos y las facturas a la cabeza, y que finalmente terminemos pagando los platos rotos de esas facturas todos lo que pensábamos, y seguimos pensando, que nuestro proyecto (que supongo que sigue siendo nuestro), merece la pena.
Primero, que yo sepa, fueron las divisiones internas entre la parte oficialista y la de los denominados voxistas, a cuenta de la defensa de unos principios que eventualmente se resolvieron en la asamblea de Julio en la que nuestros Estatutos fueron aprobados y ahora deben ser confirmados en septiembre. En el ínterin de todo este ajetreo, alguna cabeza se quedó por el camino en precio a sus desavenencias con la parte contratante de la primera parte, a saber cuál, por mor quizá de una excesiva confianza en que la libertad de expresión y pensamiento ejercida pudo ser superior a la concedida. Cosas de la política mal entendida por ambas partes, pienso yo, desde mi libertad de pensamiento que me la doy yo y nadie más (bueno, en España mi Constitución me ampara, o al menos, eso espero). Algún coordinador quedó por el camino, decía, y a otros afiliados se les suspendió de una militancia que, al parecer, recuperarán en Septiembre al estilo colegial, se supone… Y ahora, una entrevista en un medio nacional de una coordinadora (ya dimitida), abre la caja de los truenos, y hace que la afiliación de VOX comience a enterarse de lo que pasa con los dineros que pagamos todos, o por lo menos a intuir que claras, lo que se dicen claras no están las cuentas a la vista de lo que unos denuncian y otros declaran. Y ello, al parecer, porque la primera aludida en este parágrafo también está a la espera de cobrar no sé qué cantidades que, según dice, se le adeudan y no se le pagan, por lo que me comentan (twitter, whatsapp, y demás están que no paran). Cierto o mentira, el caso es que en VOX nos empeñamos en apalearnos nosotros solitos. Aquello de los trapos sucios han de lavarse en casa, lo olvidaron algunos y algunas (valga la ibarretxada o aidada), y ahora sí, los medios tienen carnaza para terminar de machacar algo que antes impidieron crecer, haciéndonos el mayor de los vacios, y hoy lo tiene a huevo para conseguir que desaparezcamos y no molestemos más a PP y compañía. Maravilloso por parte de todos. La guerra no se hace así. Ni queriéndonos posicionar desde el principio como hicieron unos, ni pretendiendo aprovechar según qué cosas, para conseguir en solitario la resonancia nacional que, como partido político demócratico, nos denegaban una y otra vez. Así no, repito, así no. Ni son las formas ni es la estrategia, a menos que fuese el resultado actual el que se andaba buscando. El resultado, así lo siento yo, es un grado de difidencia con todos los de arriba que sólo me inspira a llamar a la puerta de quién encabezó este proyecto en un inicio, y puso TODO lo que había que poner, para que a la hora de aclararnos suenen todas la opiniones, las más y las menos versadas, que cada cual reconsidere su situación y que entre todos devolvamos a España este proyecto llamado VOX, nacido de la ilusión y recuperado desde la cordura y la responsabilidad. |
Autor Antonio Palomar García (13/02/1969). Archivos
Agosto 2023
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