Debe haber sido un tsunami, un huracán, no sé pero algo muy fuerte debe haber convertido nuestra Patria en territorio digno de ser declarado, con urgencia, de zona catastrófica tras el destrozo de todos los que han sido sus valores desde hace 15 o 20 años hacia acá.
Nada vale, todo ha de ser sustituido por no sé qué cosas a la fuerza. Ni nuestras tradiciones, ni nuestra fe, ni nuestra cultura de siempre goza hoy de valor para quienes pretenden constituirse en guías de España. Nada, absolutamente nada es valorable.
La desafección a la propia España, el entreguismo a cualquier ofrecimiento que nos libere del compromiso de velar por su nombre, la promoción de todo lo antinacional en favor de lo que nos llegue de fuera, aunque lo paguemos sólo nosotros, nos ha traído hacia aquí. Mientras, el Gobierno del País sólo os ofrece gestión económica, como si ello fuese a sostener nuestra Nación indefinidamente. Una Nación sin valores es una Nación sin futuro, degollada a sí misma si renuncia a la defensa de aquello que realmente le da sentido, la define, la hace reconocible al resto de naciones.
Hoy, ese degüello avanza lentamente a manos de la hoja de la indolencia gubernamental. Indolencia que no impulsa la ignorancia de quienes nos gobiernan, sobradamente aptos para semejante función, sino la cobardía para adoptar las medidas necesarias para revertir la extremadamente preocupante situación a la que nos han llevado, unos por acción cobarde,  otro por omisión intencionada, quienes hoy nos representan nos gusten o, por la general, no.
Quienes piensen que hoy existe libertad, que vean a quienes coartan la libertad de opinión, expresión, reunión, etc., en el momento que ven que alguien decide defender su legítimo (en teoría) derecho a otras opciones, aún con sentencias favorables que avalen a los primeros. Hoy libertad es lo que ellos digan, lo que ellos ondean, lo que ellos imponen desde un concepto de la libertad raro, extraño a nuestro habitual proceder, hasta la hartura.
A muchos de quienes hoy defienden, por ejemplo, el feminismo les encontramos vociferando en manifestaciones a favor de miembros de una religión que, precisamente, machaca a la mujer casi desde el mismo momento de su gestación. Gentes que invitan a la propia infancia a entrar en bucle con su sexualidad; que reivindican no sé qué vida digna, pero el derecho a la vida lo convierten en un ejercicio de holocausto camuflado del no nacido, porque también la vida ha de ser lo que ellos quieran, si ellos quieren.
La destrucción de nuestro sistema de vida, en España, va camino de concretarse y parte de nosotros mismos. Una implosión más o menos controlada dependiendo de la parte desde la que se mire, de unos, como decía, por acción, de otros por omisión, indolencia, incapacidad, lo que más arriba mencionaba. No se libran, ni nosotros de ellos.
La esperanza de ver tomar medidas se diluye a medida que vemos pasar fechas para este o aquel acontecimiento que amenaza, aturde y termina achicando a España. Las leyes de siempre son obviadas porque vamos a otro sistema contrasistema; el territorio de nuestra Patria es empujado hacia la nada de su disgregación en ¿tribus?; el respeto hacia la diferencia por aquellos que reclamaban eso mismo, queda relegado a no sé qué plano; ¿España? La zona donde todo eso promete darse; ¿Y el Gobierno ese que decían de derechas? En manos de Rajoy… Que Dios te salve, España… si aún es posible.
A todo esto, ¡Viva el Rey de España!

Va siendo hora que los programas electorales, y la actuación que les siga, dejen de ir contra España. Parece obvio lo que se dice, pero comprueben por ustedes mismos. Llevamos décadas de democracia en las que España ha sido testigo de cómo unos y otros se fueron turnando en el poder en el Gobierno de la Nación, y en los gobiernos regionales, con unos programas que, o bien quedaban en el olvido o bien su cumplimiento era puramente testimonial; unas veces las extrañas “juntiñas” por llegar o mantener la poltrona, otras veces porque lo prometido no era factible (y lo sabían, en un ejercicio de demagogia de lo mas irresponsable), nuestra España se vio en la tesitura de aguantar lo que viniese, aunque lo que viniese lo contraviniese todo, como ocurre hoy, incluido el hecho de ir contra la voluntad de los propios votantes, del programa ya ni hablamos.
Comprueben, decía, asuntos como el aborto hoy se parece muchísimo más a lo propuesto tradicionalmente por la izquierda, que lo que un partido supuestamente conservador debería permitir.
Comprueben si coincide en algo toda la traca de impuestos como a los que los españoles hemos de hacer frente con lo que cabía esperar de un partido como el de Rajoy responsable, en la medida que no debe eludir, de que impuestos como el de sucesiones no desaparezcan de España.
Vean si la postura de un Gobierno, ante la amenaza secesionista catalana permitiendo delito y limitándose a recopilar hechos debe consistir en esperar al último, o al mismo día de la concreción de la amenaza, para actuar y que se forme la de San Quintín en la Región Catalana. Mientras, somos otros quienes hemos de recurrir a tribunales, apenas sin medios en incluso siendo menospreciados, para defender la dignidad de todo un país ofendido en sus símbolos e instituciones más importantes.
Ya saben que en estos días VOX ha conseguido que se lleve a juicio al promotor de los pitidos contra nuestro himno en la final de Copa de S.M El Rey. Ya saben que también VOX en Castellón consiguió la admisión a trámite de un recurso contra el bilingüismo forzoso. Ya sabrán que VOX de la mano de nuestra concejal en Jaén (tras abandonar su lugar en C´s), consiguió que se aprobará en aquel Ayuntamiento un requerimiento al Gobierno - con los votos a favor del PP – para la aplicación en Cataluña del artículo 155 de nuestra Constitución. Como observarán todos asuntos que afectan a la propia base de nuestra Nación: Unidad e integridad territorial, defensa de nuestra lengua común, y de nuestra enseña nacional. Sumen a todo ello campañas de amplísimo seguimiento en distintos medios contra ETA y en defensa de la dignidad de nuestras victimas.
Es lo que conforma el principio y proyecto de actuación de VOX : España.
A partir de ahí, VOX sí que plantea a todos nuestros compatriotas (les guste o no semejante condición) la recuperación de una nueva España fundamentada en destinar los recursos para lo que realmente se necesita y no para mantener estómagos agradecidos. Por este motivo nos parecen innecesarias, por ser un buen pero fallido intento, las Autonomías, el café para todos más caro de la historia de Europa y un demostrado “colocaero” de amiguetes que, en el fondo, todos critican pero que ninguno se atreve a plantear por tener demasiados agradecimientos que cumplimentar.
Se incrementará el ahorro si, a todo lo que supone el mantenimiento de las autonomías, sumamos la posibilidad de eliminar o llevar a su mínima expresión todos los impuestos. Supongan que conseguimos eliminar las subvenciones a partidos políticos (sean o no de su ideología), sindicatos y organizaciones empresariales. ¿Se ha preguntado alguna vez por qué tiene usted que pagar de sus impuestos a un partido de izquierdas siendo de derechas, o al contrario?
¿Y si los autónomos no tuvieran que pagar cuota como tales? ¿Y si el impuesto de sucesiones se eliminara totalmente? ¿Y si el Senado lo cerrásemos? ¿Y si el dinero público de los españoles se destinara primero para los españoles? El problema de las pensiones, v.g., que hoy día en muchos foros se pone sobre la mesa como un hecho y no como una hipótesis, quedaría prácticamente zanjado si lo anterior se implementara con el modelo que VOX plantea de cotización.
Les he descrito sucintamente un Proyecto PARA España y otro CONTRA España. El primero lo hallaran en VOX . El último búsquenlo en el PP, en el PSOE, en el resto, y de estos unos demasiado hacia la izquierda, otros (a los que unir los primeros) absolutamente indistinguibles ideológicamente y tratando entre ellos de indicarse el camino a seguir, peligrosamente contagiados de la sorosis de la que a nuestra Patria mucho trabajo costará sanar.
Sitúense donde entiendan y, quien lo desee, vengase a trabajar con nosotros por España por poder dotarla y desarrollar en Ella, efectivamente, nuestro Proyecto PARA España.

P.D.- Les dejo nuestro programa electoral.