Que el PP se ha forjado sus propios jinetes del Apocalipsis parece obvio. Cataluña, ETA, corrupción (en sus diferentes modalidades), la defensa de la familia y el no al aborto...
Y aún hay quién me pregunta por qué me fui, pronto hará, un año.
No es este el PP que yo conocí.
De atrás hacia delante, la cobardía demostrada por Mariano y los suyos con la retirada de la nueva Ley del aborto ha sido toda una muestra de cobardía ante la opinión pública y su probable resultado final en las urnas. 
Una mieditis que ha guiado todo lo que llevamos de legislatura, y que vino a incrementarse con la aparición de Pablo Iglesias y su Podemos. Era lo que le faltaba a Mariano, quien veía su dubitativa capacidad para tomar decisiones condicionada por una panda de gente quienes compensan su aún limpio pasado de corrupción, con todo un ingente polvorín de demagogia, eso sí, absolutamente contagiosa.
El asunto Barcenas, la Gürtel, y otros casos ¿menores? de enmerdamiento de la la vida pública, ha hecho sentirse defraudados a muchos, demasiados españoles que in illo tempore, allá por la época de Aznar, cuando alguno asomaba la mano por un cajón indebidamente, duraba nada en su cargo. Pero a Mariano su gente se le fue de las manos, se le hizo incontrolable, y así se ve. Diputados, Presidentes de Autonómicos, de Diputaciones, exdirigentes del PP, concejales, alcaldes, un sinfín de peperos con cargo o capacidad de influencia imputados, acusados o en la cartel que dejan un mundo que desear de estos que ahora no saben como recomponerse y tratan de promocionar a algún nuevo líder de origen digital, y en un acto de equivocada pretensión de regenerarse, entregan medallas y grandes cruces a quien no sabemos muy bien qué ha hecho para merecerla.
ETA se lo ha montado con Mariano como le ha dado la gana. Asesinos de la banda, liberados por decenas, rondan las calles de España mientras la memoria de sus víctimas y la dignidad de los familiares pasaban a formar parte de lo prescindible para el Gobierno del PP. Lo incomprensible se hacía cargo de la capacidad de resolución de nuestro Presidente del Gobierno. 
Las asociaciones de víctimas del terrorismo quizá se planteen ahora en recomponer sus estatutos, para serlo ahora del olvido del propio Gobierno...
Y Cataluña... Ese asunto que ha colmado el vaso es el de quienes ya esperábamos tan poco, que ni siquiera esperábamos.
Tuvo que ser VOX quien denunciara el 13-O a Mas de distintos presuntos delitos. Mariano mientras callaba. Por más que Mas firmase convocatorias ilegales de referéndums, Mariano callaba. Y, a esa primera ilegalidad, permitía que se sumasen otras tantas que terminaron en la chapuza del 9-N que, chapuza o no, demostró una vez más la indecisión del Gobierno del PP a la hora de cumplir con el primero de sus cometidos: hacer prevalecer la Unidad de España por encima de todo, sin ambages.
Demasiado pedir, de nuevo, para quien retrasa el trabajo del Fiscal sumando innecesariamente, porque se podrían haber evitado, nuevos presuntos delitos de Consejeros de Mas, y días más tarde se termina quedando sin Fiscal...y todas las querellas contra Mas (la de VOX, reitero por justicia, fue la primera) admitidas a trámite.
Y en medio de todo, ERC viéndose en la poltrona del poder catalán, probablemente sujetos por Podemos, a quienes poco les temblará el pulso para, llegado el caso, proclamar la independencia catalana observando la escasa incumbencia que les causa saber el negro futuro que todos auguran a la concreción de semejante posibilidad.
Y a todo esto, hoy en el Estadio San Mamés hay un partido (político) de fútbol...
Feliz 2015