![]() Igual sea el manejo de la información reservada, el mejor recurso de un Gobierno, lo que explique la aparente inacción del Gabinete Rajoy en todo este tiempo en lo referido a Cataluña y la cuestión secesionista. Por plantear una hipótesis cabría pensar que el Gobierno de España, éste y los precedentes, porque la cuestión viene de muy atrás, sabía de los “usos y costumbres” de la familia Pujol, y que durante años calló por la conveniencia de mantener unos apoyos importantísimos en la gobernanza estatal sustentados en las mayorías que, casi cada legislatura, favoreció CiU. Esto costó muy caro en lo referido a traspasos de competencias estatales y, por supuesto, en lo concerniente al plano económico, por lo mucho que el Gobierno central puso de dineros en Cataluña, y por todo lo que se perdió por el camino, como estamos viendo últimamente. Cabría pensar que hubo un periodo, el del tripartito catalán, durante el que no gobernó CiU. Sin embargo, basta recordar en que aguas se movieron los gobernantes de ese periodo para comprender que no estaba el tema como para pararse a pensar en las cosas de los Pujol. El resultado de las referidas aguas, quedó patente a la finalización de aquel mandato, ruina total de Cataluña que aún no había alcanzado su auge negativo. Y volvió CiU de nuevo al poder con la aquiescencia de ERC y el ineludible precepto de convocar la dichosa consulta/referéndum separatista. Y el Gobierno del PP comenzó ese silencio guadianesco por el que, de vez en cuando, aparecía alguien limitándose a recordar la naturaleza ilegal de semejante intención de convergentes y unionistas atenazados por la retirada de la mayoría esquerril. De ahí no pasaban los populares ante el incesante requerimiento de diversos partidos, como UPyD, VOX de llevar a cabo alguna acción, de algún tipo, que acallará de una vez los propósitos de Mas-Junqueras, o al contrario. Pero nada, todo silencio o, como mucho, la apelación susodicha a la ilegalidad. Como esperando el momento oportuno y el argumento irrefutable que convirtiera en escombros todo el andamiaje que llevaban levantado los pretendidos secesionistas. Así surge el Caso Pujol. Ahora, precisamente, ahora. En una forma de enmienda parcial que amenazase con convertirse en enmienda a la totalidad, si no cesan los gritos reivindicativos de secesión inventada, hacia el conjunto del Clan Pujol. Aquí es donde no comprendo por qué esperó tanto a sacar semejante carta de la manga el Gobierno Popular, y España esperando... Y recordando que hablo en hipótesis, me planteo varias cuestiones: si conocía este asunto ¿por qué no lo planteó antes a la Justicia? No me creo que todo esto haya sido el producto de una investigación periodística que se comienza a alargar ahora hacia otros personajes como el propio Mas, y que está sacando a la luz unas cantidades de dinero que subsanarían en mucho la penosa situación en la que sobrevive Cataluña. Por otra parte ¿Ha agotado el Gobierno Central sus recursos de negociación para el tiempo presente y para el futuro con los gobernantes de la Comunidad Autónoma Catalana? Vista la gravedad del asunto, parece que sí. El PP ya le ha sacado, aparentemente, todos los trapos sucios a CiU de la lavadora y se los ha tirado en el mismo centro de la Diagonal barcelonense. Con tal compañero de andazas, cualquiera continúa camino, ¿mejor desaparecer? Y a todo esto, ERC de espectador viendo como sube en las encuestas y como, si todo sigue igual, podría verse aupado al poder por un PODEMOS, al que España le importa tanto como Cataluña, dispuesto a copar cuotas de poder para comenzar su moonwalking particular arrastrando todo lo que pille por delante. VOX no pide la desaparición de las autonomías por capricho.
0 Comentarios
Por más que se repita no se cae en la reiteración, en el ya están estos con lo mismo de siempre. Porque eso mismo de siempre, cada día se renueva, se acrecienta, y abochorna más a quienes acuden como espectadores, pagando entradas que difícilmente se pueden permitir, al espectáculo de la corrupción en España.
Es indecente, vomitivo, asqueroso hasta decir basta lo que hay que ver y oír a diario en los medios de comunicación… y no se libra nadie. Los partidos políticos de siempre están contaminados hasta límites insospechados de corruptos, de gentuza a quienes España les importa un pepino (por no entrar en exabruptos), y usan la política hasta un grado de abuso que ríete tú de las dictaduras africanas. La complicidad en forma de cobertura ya se extendió incluso en el PP, recordemos su actuación en Caso Bárcenas y sus “derivados” previos y posteriores. Silencio y más silencio hasta que la evidencia obliga a hacer funcionar las mentes pensantes para buscar los eufemismos y excusas oportunas, por más que estas rozasen o superasen con creces lo irrisorio, lo surrealista. Nadie esperaba semejante forma de actuación del PP que, en tantos otros casos, no dudó en dejar sólo al pepero corrupto de turno, sirviendo de ejemplo al resto. Ejemplo que, por cierto, nunca recuerdo que siguiera ninguno. Pero, en este caso, los medios tocaron pelo y había que repensarse las cosas. Esa complicidad ya era algo arraigado en el PSOE desde tiempo de Felipe. Al compañero se le apoyaba hasta las mismas puertas de la cárcel si era necesario. En una muestra de rechazo a las decisiones judiciales de las que tenemos pruebas variadas. Entre unos y otros España sonrojada, abochornada, avergonzada de esta panda de chorizos que encontraron el summum cuando el sindicalismo ugetista, los ERE´s y todo lo que ya sabemos vino a reivindicar el número de uno de la lista de los mangones nacionales (quién sabe si, incluso, europeos). Centenas y centenas de millones de euros encarrilados hacia donde no debían y que ahora a ver quién es el guapo (o la guapa) que los recupera. Y muchísimos de ellos destinados para ayudas a desempleados, nada más y nada menos. Lo trabajadores robados por sus propios defensores. Lo de Pujol ya rebosó los límites y la capacidad de sorpresa de los españoles (catalanes, incluido, por supuesto porque también lo son). O no porque esto es España y, como dirían en Cádiz, aquí hay que mamar. Lo del otro vendrá que bueno te hará es proverbio de ADN español de todas, todas. Los hechos son más que evidentes. Y ¿a partir de aquí, qué? ¿Regenerar la vida política? ¿Eso en qué consiste? ¿En dejar los partidos en manos de otros enseñados por los que hacen como que se van pero siguen mandado desde la sombra de otros despachos? Si es así, no quiero semejante regeneración. Porque regenerar consiste precisamente en eso, en dar nuevo ser a algo que degeneró, restablecerlo o mejorarlo (según la RAE). Sin embargo, quién nos asegura que la cabra no tire de nuevo al monte. No se trata, pues , de regenerar sino de reiniciar el sistema político con un nuevo software. El actual tiene virus que se podrían aplastar con las manos. Un nuevo software con su correspondiente nuevo hardware. Todas las piezas nuevas, novísimas y con el mejor procesador posible: nuestra Constitución, con las reformas que fueren necesarias y consensuadas. Partidos de izquierdas y derechas nuevos, sin denominaciones de origen, máculas, ni secuelas por su procedencia. Gente nueva, al fin y al cabo, que con la experiencia vivida y el orgullo de ser español, sepan, por tanto, poner a España por delante de sus bolsillos. ESTOS, los que tenemos actualmente, NO NOS SIRVEN. Y yo les propongo, por la derecha a VOX. Gente nueva, recién incorporados a la vida política activa. Tan nueva como que sus/nuestros Estatutos los estrenan hoy, como que su Comité Ejecutivo Nacional será elegido definitivo, entre todos, en Septiembre. Y de su compromiso, los susodichos Estatutos son su mejor aval. De la izquierda que les hablen otros, allá cada cual con su sentido del deber. No me he hartado de ver a mis paisanos caer, morir, resultar heridos de una gravedad que no tendrán vida suficiente para superar el dolor.
No se me han quedado los ojos casi secos, incapaces de parpadear viendo niños muertos, cogidos a traición, como si hubiesen podido ser capaces de defenderse ante decenas de kilos de explosivos que ese dia no les dejaron ir al colegio o a la playa. No he llorado ante un televisor viendo agonizar a un compañero matado poco a poco, porque un demente mental en perfectas condiciones lo decidió. No he hecho y vivido todo eso para aguantar tantísima e inmisericorde política antiterrorista que no entiende ni quien la diseñó ni quien la aplica. Porque uno señaló el camino y el otro se echó a caminar sin saber que iba... sólo. Porque hoy, cuando muchos hablan que PODEMOS, yo lo que pienso es que DEBEMOS estar todos a una. De ese modo nos iría mucho mejor. Pero al Presidente eso se le ha olvidado. Prefiere medidas de tienda de chinos (bonitas, baratas pero de escasa duración), antes que decir que en España manda España, y que si se recortó en derechos, no se continuará recortando en dignidad. La de casi 400 asesinados de los que según "el pudiente" contamos con explicaciones políticas... Nuestro Presidente olvidó el sino que la veleta de las urnas le indicó. Lo olvidó o lo ignoró. Voluntariamente o no, dejó tirados a quienes pensando que con él llegaría la hora de la dignidad, y continúan esperando quienes creen en lo que él sólo cree. 400 esperan un gesto, una llamada, un mínimo interés que nos dé esperanza de no ser los últimos olvidados por sus propios compañeros en algunos casos, por sus propios conciudadanos en todos los casos. Las urnas le eligieron para ser el presidente de todos, no lo sea sólo de unos pocos. No llame política antiterrorista a eso que desde el gobierno han puesto en marcha. Poner en la calle a terroristas, hacer que otros vuelvan con toda la tranquilidad desde sus destierros, “dar bola” a quienes les jalean, renunciar a nuestra soberanía judicial en Estrasburgo no es anti sino proterrorista, llámelo por su nombre. No puede ser que todo eso ocurra, usted lo consienta y no ponga ni un ápice de todo ese poderío del que alardea, cuando algún dato económico le es favorable, a la hora de mirar de una puñetera vez hacia ese conjunto de familias que, tras años y años de espera para que se esclarezca un asesinato o se enjuicie a alguien de los suyos (nuestros), todo lo que ven es un Gobierno que se vanagloria de que los terroristas no matan desde ellos sabrán cuándo, o de que se han detenido a no sé cuántos de ellos que en breve cogerán la puerta de salida porque el conflicto es el conflicto, y la “hoja de ruta”… Señor Presidente se está quedando usted sólo en este asunto. Bueno con el apoyo de los que hoy ya todos conocemos y a quienes España, nuestra dignidad, nuestro sistema de valores les importa lo mismo que a nosotros nos importan ellos. Y así vamos mal, muy mal. Siéntese un momento a reflexionar, recompóngase en sus ideas y no se amedrente con no sé qué reproches desde qué parte del Congreso o desde el Europarlamento, y no siga por esa dirección. Su miedo será el que España demuestre ante el resto del Planeta, pero a mí su cobardía no me representa. Hablemos, escuchemos, discutamos, alarguemos la conversación hasta la hora de la noche que falte hiciere, mas hagámoslo por VOX. Tengamos presente que este proyecto es el que nos mueve, no los líderes de hoy o de mañana. Vox no es el proyecto de uno, de dos, de tres personas, ni de grupos. No somos un PSOE del tres al cuarto predispuestos a una chapuza para cubrir expedientes y aparentar unidad.
El reto que afrontamos ahora para aprobar nuestros Estatutos, y en septiembre para elegir nuestra primera ejecutiva debe estar movido por la unidad, por el consenso del que hemos sido capaces hasta ahora y, sobre todo, por la visión de futuro de un partido que pretende y sabe que está llamado a desafíos aún mayores respondiendo a la llamada de una España herida de gravedad en sus valores de siempre y en su moral a la hora de recuperarlos. Para eso ha de estar VOX. VOX pretende y sabe de sus desafíos, pero además conoce del grado de capacidad de su gente y del compromiso que se adquiere con España desde VOX al incorporarnos a sus filas. Desaprovechar ese grado de potencial debe ser también la precaución a tomar, a prever en nuestros estatutos. No dejar nada estatuido sin ser pensado, mensurado en las consecuencias de su aplicación. Evitar que la ambigüedad permitiese en un futuro más o menos cercano, más o menos lejano, interpretaciones que diesen lugar a malentendidos que derivasen en lo que han terminado derivando opciones políticas de tendencias ajenas o similares a la nuestra. Aprendamos también de otros, no nos dejemos llevar por la equivocada prepotencia de creer que sabemos más que nadie. La discrepancia, el disenso que busca y encuentra diálogo es germen de crecimiento. Las voluntades discrepantes que son capaces de aunar criterios bajo esta misma idea que nos mueve, nos llevará a alcanzar el lugar que busca en la sociedad y en la política española. No hablo de homogeneidad, ni de pensamientos únicos. Hablo de una línea de democracia interna que jamás debe partirse por posicionamientos caprichosos que pudieran surgir. Hablo de prevención para que el partido siempre sea nuestro, hecho por y para nosotros hoy y al servicio de España siempre. Estamos en el momento oportuno de dejar zanjado cualquier asunto y hacerlo nosotros, entre todos. Sólo hablo, por evitar malentendidos, mirando alrededor, viendo lo que hay y lo que les ha costado algunos sus encontronazos internos por no sé qué cuotas, por no sé qué interpretación interesada de aquello que se supone les debía unir. No caigamos en eso, porque al final, como se está viendo, quien paga es España y por ahí yo no paso. #VamosVOX. #SoydeVOX. #VOX2015 Por aquello de la imagen, de las mil palabras... Pues aquí teneis imágenes de la acogida a la presentación de esta obra de Santiago Abascal
|
Autor Antonio Palomar García (13/02/1969). Archivos
Agosto 2023
|