Una nueva EPA sale hoy a la luz. Todo sigue igual, o peor, lo que viene siendo normal desde… siempre.
Lo que ocurre en Cádiz con el desempleo es como los seudo hospitales que atienden a los desahuciados de la sociedad en India o en cualquier país perdido del Planeta, donde se grita para que nadie escuche. En ellos, cada vez son más los que acuden en busca de cuidados, aquí con la salvedad que corresponde a la comparación, también. Allí parecía una barbaridad lo que ocurría hace años, aquí también por más que se les faciliten los medios que demuestran a diario no saber utilizar. A los hechos me remito.
En Cádiz, a día de hoy un 32% de paro se señala en verde, entendiendo por tal un porcentaje bajo de desempleo. Imaginen a partir de ahí, y ello con los medios y las competencias asumidas para disponer lo preciso para que eso no ocurra o, al menos, para que no se agrave.
Así, en 2003 a la Junta de Andalucía le fueron transferidas las competencias en materia de políticas activas de empleo, entre las que se incluían los cursos de formación (quizá les suene a ERE´s). El paro rondaba por entonces la escandalosa cifra del 15,5% en Cádiz.
Pocos meses más tarde el propio PSOE exigía el Gobierno Central medidas para paliar es dato, y mejorar una cifra de desempleo que se mantenía así desde hacía ocho años. Reitero, una cifra escandalosa.
Pasó el tiempo, la Junta comenzó a poner en marcha sus políticas de empleo y los datos del paro en Cádiz comenzaron a variar. 13 años mas tarde, Cádiz tiene un 37,2% de paro, esto es, un 21,7% mas de desempleo que en 2003, tras el paso de varios gobiernos, entre ellos dos legislatura socialistas - las del cambio que le llaman -, y la acumulación de excusas y el nivel de incompetencia mostrado por quien deberían poner solución al problema, alcanza niveles que hace tiempo reclaman un verdadero cambio en la Junta de Andalucía para empezar.
Si a eso unimos el mastodonte burocrático estatal y autonómico que vivimos en España y en Andalucía, engordando cada día más a base de puertas giratorias,y la desidia instalada en una población anestesiada por las migajas de una clase política aquí y allá acomodada y poco dada a la valentía de probar medidas de las que verdad causan efecto ante problemas como el actual, desembocamos de nuevo en el estado actual de cosas que mantiene a Cádiz haciendo el triste honor a su posición geográfica en el continente europeo, la última para todo.
Por eso va siendo hora, más que de cambiar, de comenzar a hacer y dejar hacer. Comenzar a hacer reduciendo drásticamente la carga impositiva para animar la contratación y la aparición de autónomos que a su vez generen nuevos empleos. VOX propone una cuota de 50 €. Eliminar o reducir otros impuestos que dejen de gravar la inversión o la simple apertura de una cancela cada mañana. Favorecer la generación de empleo en la reducción de las cotizaciones sociales…
Eso que se llama hacer y dejar hacer. Lo demás nos ha traído lo que hoy padecemos. Lo que sigue es una posibilidad en la que hay que atreverse a confiar, se llama VOX y es AHORA.

Por más que resulten redundantes los parágrafos que siguen en esta reflexión, me resultan de obligada reiteración, en tanto en cuanto continuamos sin ver a nuestros representantes ser capaces de ejercer su labor debidamente. España continúa sin un gobierno que esté algo más que en funciones
Redundantes porque en muchos foros del más diverso tipo se ha repetido lo mismo de todos los grupos que componen el arco congresual de la Carrera de San Jerónimo.
Así, el PP ha puesto de manifiesto su absoluta falta de principios o, mejor, el abandono de estos en una carrera hacia no sabemos dónde. Dice Esperanza Aguirre que hacia la socialdemocracia, dicen muchos otros que hacía la sima de la más peligrosa indefinición.
No sé si en un gesto de controlado postureo desde Génova, o de verdadera predisposición al debate interno por parte de los postulantes, surgieron en el partido de Rajoy varios grupúsculos solicitando un Congreso, recurriendo incluso a la legalidad interna establecida para conseguirla. Nada se ha vuelto a saber.
El caso es que el PP decidió despojarse, hace tiempo, de muchos de los ropajes que le auparon hasta dónde llegó a ser encumbrado, y el frío les congeló hasta el paso. La indecisión, la indolencia, la astucia mal entendida de dejar las cosas para el final, la corrupción, CIUDADANOS... Todo un compendio de lo que no se debe hacer cuando confían en ti para lo contrario, y que debe de servirnos a navegantes para tomar nota.
PP, ahora no, ya no vale reivindicar haber sido lo que renunciaste a ser. Fuiste, es cierto, una "coplera de tronío". Hoy, con dificultad, eres capaz de entonar el "ay pena, penita, pena".
Mencioné a C's, ese partido tan esperado...para nada. Esperado por aquellos votantes del PP que vieron en el fustigador del Parlamento catalán la savia nueva que requería la política española por su banda derecha. La nueva política capaz de inventarlo todo…, para volver a hacer lo mismo que los demás. Poco tardaron en apuntalar al PSOE en Andalucía y al PP en Madrid a nivel autonómico, y eso comenzó a costarle votos que se tradujeron en un 20-D muy alejado del que esperaban, a pesar de ser su primera presencia electoral a nivel nacional.
Porque CIUDADANOS se rajó. Pasó pronto de ser visto como el partido que entendía que había que ser flexible, a ser el partido sinónimo del entreguismo a quienes, por experiencia, sabían más que ellos, el PSOE, ¡qué de "doctores" hay en esa "iglesia"!
En nada se olvidaron los principios por los que aquella legión de votantes peperos les fiaron sus votos ¿La última? Véase el artículo de Santiago Abascal sobre el encuentro entre Rivera y Puigdemont, mi presidente lo expresa mucho mejor que yo. Una vergüenza lo del compañero Rivera, porque supongo que en el PSOE le llamarán así tras su mediático y pomposo pacto con los de Ferraz ¿no?
Les he hablado hasta aquí de errores y vergüenzas ajenas anotadas, de entreguismo, de flexibilidad mal entendida y de principios olvidados. En eso, precisamente, en eso convirtieron los políticos elegidos el pasado mes de diciembre la confianza que se puso en sus manos. Estos son el PP, el PSOE, CIUDADANOS actuales y los previsibles podemitas, que poca referencia merecen, y que parecen ser los mismos que volverán a pedirnos el voto el 26-J de convocarse en próximos días las, por los populares ahora, tan deseadísimas elecciones.
Por todo ello, no es oportunismo sino necesidad, recordar a todos la presencia de VOX en el panorama político español. Porque en VOX hemos tomado nota, porque en VOX no se va a prescindir de nuestros principios para mercadear con votos, asientos, etc., para eso ya tienen a los más arriba citados por sus siglas, (i)rresponsables, domicilio o compañero de paseo.
Porque en VOX hemos tomado nota, y no solo eso, hemos adelantado algunas verdaderas y necesarias medidas que solucionarían de forma efectiva los problemas de nuestra Patria (#FueraAutonomías), cuando no nos hemos ocupado de las que deberían ser obligaciónes de otros (denunciar a Otegui o pararle judicialmente los pies a la ANC).
El resto de principios permanecen inalterables en su defensa: la defensa de la unidad de España, el no al aborto, la reducción drástica de los impuestos, el apoyo a la creación de empleo, nuestra pelea por la educación en castellano, la desaparición del todo *17 , la despolitización judicial... Todo ello, irrenunciable, porque todo lo contrario nos ha llevado a donde estamos.
En breve, España volverá a estar en manos de los españoles. Por ello, por ellos, por España, ahora más que nunca confiamos en su criterio. Lo vivido ya lo conocen.

El curso de los acontecimientos negativos en España ha desconectado a los españoles del que debería ser su vértice, la propia España. La corrupción a niveles desorbitados, el paro en números de vergüenza, la contínua desidia ante provocaciones secesionistas, la inacción frente a la injerencia en nuestras leyes de tribunales ajenos liberando a los asesinos de los nuestros…, todo eso ha convertido a España en la diana de los desaires de una parte considerable su propio pueblo.
Hemos pasado del todo vale, que preconizó la situación actual, al todos contra España que no pasa nada. Y así nos está yendo. Una absoluta falta de respeto hacia cuanto funda nuestra Patria nos ha inundado sin un solo dique que amortiguara el golpe. La ola del populismo, aliñado con mucho pensamiento retrogrado más el afán rupturista de unos pocos, empapó de dudas, cuando no convenció con su solo ruido, a muchos de quienes pensaron que de algo quizá serviría.
Y en esto que surgieron voces discrepantes contra el nuevo orden en fase germinal que pretende establecerse. Voces que comenzaron a hablar de ti, España. Voces que se preocuparon por saber de la devastación que acompaña a una inundación semejante mirando hacia otros lugares en pareja situación. Voces como la de VOX, para recuperar tu nombre e integridad, España, concientes de la dificultad del reto y de tu sostén posterior en tu propia esencia.
A ver España, se trata de gobernarte. Se trata de hacerte creíble, España. De hacerte reconocible. De devolverte el respeto que, por culpa de una manada de irresponsables de todos los colores, hace tiempo que pareces no merecer.
Se trata, España, de saber que se habla de ti cuando se hable de educación, y los índices de abandono escolar sean otros que los que nos aproximan hoy a países de otro entorno.
De hablar de respeto y defensa de la vida, y que de trasfondo suene tu nombre en su favor, de eso se trata España.
De que tus hijos se sientan por ti amparados, y no ultrajados y vilipendiados por quienes les asesinaron, de eso también se trata.
Tú, España de españoles tan desafectos de esencia, de tal impermeabilidad sobrevenida con el paso del tiempo democrático a la solidaridad en pro del conjunto de la Nación, requieres, desde ya, volverte sobre ti misma, remirarte y predisponerte a levantar el mástil en el que ondee la bandera de todos, la de todos, sostenido en el cimiento de nuestro esfuerzo.
Se trata de eso, España, se trata de ti. De volver a apuntalarte como mástil, como eje, como el necesario punto de unión de todos los españoles.
España será tu hora si así lo decides, porque para algo eres libre, tú y todos aquellos que nos consideramos tuyos. Pero tuyos no súbditos de aquellos otros que pretende marcar distintos rumbos a la vez, para que la nave que eres tú encalle de nuevo en la indefinición que hoy te ahoga.
Pero, para eso, han de abandonarse definitivamente aventuras populistas y rupturistas que sólo derivarán en islas, como tales aisladas, de españoles errados en su proceder. Las advertencias se nos hicieron. Para la sordera, al respecto, ya no ha lugar.

Decía una canción de hace alguna década atrás, "cómo hemos cambiado...". Pues bien, ¿qué ha cambiado en España desde el 20-D para acá?
Algún que otro CIS favorable al PP; un déficit distinto al previsto para peor; varios miles de parados menos dentro los casi 5 millones a los que parece que nos hubiésemos abonado; un poco más asustados por el terrorismo islámico; una tira inacabable de gente con cuentas en Panamá; los independentistas catalanes con sus cosas un poco más avanzadas por inacción de los de siempre (salvo el palito que VOX le dio a la ANC); y mucho brindis a la grada del podemismo gobernante para que no pare la fiesta: cambio de calles, ataques a la tauromaquia con la reacción oportuna...
Vamos que  los programas electorales da igual que no los modifiquen, nada cambió en España mientras tanto y, además, se los van a pasar por donde dijimos...
Pero ¿los encargados de dárnoslos a conocer? Por favor, esos que se queden en casa. Ya sabemos quienes son hasta los que nos faltaba por conocer. De ellos conocemos incluso, o sobre todo, lo que tardan en prescindir de aquello que les fue confiado: la voluntad de los españoles y su fidelidad a los principios que vocean.
Mucho dudo que alguno de ellos continúe afín a sus ideas después de todo lo visto. No así en VOX, aquí pensamos como pensábamos, no nos vició el panorama porque España no está para permitirse vicios ni propios ni ajenos.
Nuestro convencimiento sobre política exterior sobre el asunto de los refugiados sigue siendo el mismo, porque el problema permanece igual: actuación en origen y ayuda en primer lugar a las minorías cristianas y yazidies.
En España hay que seguir cortando alas al independentismo, en la línea de una de nuestras denuncias que consiguió con la financiación de la ANC, e incidir en más denuncias contra todo aquel que ponga en juego la unidad de España.
Los corruptos políticos como los terroristas puestos en libertad por el buenísmo político, que nadie les pidió, de una puñetera vez a la cárcel.
Apoyo al autónomo sin fisuras para que se genere empleo; No al aborto; No al autonomismo fracasado; no al Senado; bajada brutal de impuestos para favorecer la inversión y mejorar la economía de las familias; adiós definitivo a los complejos para devolver a España el sentido que merece y la haga reconocible para los españoles y ante el Mundo.
Nosotros no hemos cambiado, somos los que éramos. Otros se han ido, como decía, viciando, dejándose caer hacia el ala que más calentaba, fuese o no lo que más interesase a España. Y fueron eliminando propuestas de sus programas electorales, para terminar de confundiéndose unos en otros, como quien arranca piojos de cabeza ajena.
No, en VOX no hemos cambiado, porque España sigue ahí y necesita la misma seriedad que continúa faltándole desde hace... Y alguien que le diga las cosas claritas, con la firmeza que requiere una Nación en nuestras actuales circunstancias.
Para eso y por eso está VOX, por eso permanece, porque #VOXPERSEVERA.

Me preguntaba un amigo seguidor de este blog, por qué tardaba ahora en publicar nuevos artículos. Mi respuesta es la que me vengo dando a mí mismo desde hace tiempo: y de qué escribo que no se haya escrito ya en estos ciento y pico de días sin gobierno en España.
El asunto clama al cielo ya. La desfachatez de algunos, la sinrazón de otros, y la irresponsabilidad de todos, nos llevan a una situación en la que todos conocemos la solución, pero nadie es capaz de buscar la forma de adelantarlas: elecciones.
Todos están poniendo de su parte...para que pase el tiempo, los días para que llegue la fecha y se produzca el ansiado momento, y se disuelvan unas Cortes que apenas si pudieron desperezarse a la que debiera haber sido su faena.
Entretanto cada día más de lo mismo, negociaciones entre vencedores en las urnas y perdedores hasta en dos sesiones de investidura pretendiendo que llegue a ser Presidente aquel que no fue llamado para ello. ¿Legal? Sí, y habría que "apechugar" si se diera el caso. ¿Deseable? Por lo mucho que tiene de engaño al electorado, no lo parece.
Mientras, España continúa erigiéndose como el ejemplo de la paciencia, entretenida con informativos cargaditos de noticias sobre atentados inhumanos contra la población; masas ingentes de población vagando al compás de la irresponsabilidad e incompetencia europea; corrupción política a nivel planetario con el vértice de su acción en Panamá; cifras macroeconómicas de paro y déficit; pretensiones independentistas que aprovechan la desidia para avanzar en lo suyo; y eso que llaman postureo, mucho postureo entre neófitos de la política con un carguillo (o en eso lo han convertido) desde el que hacen o deshacen a su antojo, como ejemplos dicen de la "nueva política",  que no sé en qué consistirá, porque si se trata de favorecer  ahora los intereses de unos en detrimento de los otros, me suena a lo mismo de antes, aunque con un epílogo que se antoja aún más grave.
Nada que decir, por tanto, que no se haya dicho ya. Las cuentas son las que son, las pretensiones de unos y otros ya las conocemos, la situación actual de España también. Si acaso, cabe preguntarse si estos que nos mantienen en esta situación van a ser los mismos que, tras un eventual 26-J electoral, van a volver a sentarse en el hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo y en el Senado. Si esta España nuestra (creo) va a legitimarles de nuevo con su voto para que, según todas las encuestas, todo continúe por la misma senda de la nada en la que pervivimos desde hace ya más de un centenar de días con sus noches…
Va siendo, pues, la hora de la responsabilidad de los españoles ante tamaño ejemplo de autopromoción de unos y otros, con mejor o peor resultado que eso ya lo veremos. La hora de desvestirse los complejos, y si de verdad tenemos a España como fin de cuanto nos une, nos acordemos de quienes actúan en su favor, sin divagaciónes en su programa electoral que esquiven nombrar a España, y la llamen de cualquier forma menos por su nombre. Gentes que han adelantado soluciones, porque lo evidente no admite más discusión en su resolución que la que supone afrontar con valentía los problemas y solventarlos con la certeza y contundencia que requieran.
Y basta ya de cercenar con imputaciones de extremismo, insultos y vetos informativos la legitima intención de cualquier español que, por ser de VOX,  quiera asumir la tarea de ocuparse de España desde el pasado sin mácula que a este partido contempla. ¿Quién puede decir lo mismo?