Ser de izquierdas como ser de derechas, ambas cosas son lo mismo, opciones personales. Optar por la progresía o quedarse como estamos. Ni una cosa ni la otra son ciertas de asignar ni a la izquierda ni a la derecha en ninguna parte, y menos en España.
Porque ni ser de izquierdas es símbolo de exclusividad de progreso, ni ser de derechas es renegar del mismo en pro del statu quo vigente. Aún así muchos, demasiados, se empeñan en dar por buenas semejantes tesis. ¿Acaso responde al conservadurismo tradicional (cosa que suena redundante), la solicitud de una nueva Ley de Electoral basada entre otras cosas en el reconocimiento del pluralismo social? ¿Lo es el hecho de querer dotarnos de una Ley de Partidos que obligue a que los cargos orgánicos y candidatos de cada partido sean elegidos por sufragio universal y no por “dedazo”? ¿O que se pretenda la supresión de subvenciones a los partidos políticos, sindicatos y organizaciones salvo en casos muy determinados y especialmente bien regulados? Creo que no. Y así lo expresa VOX junto a toda una relación de pretensiones que refleja en su Manifiesto Fundacional que expresa, de paso, que ser de derechas como ser de izquierdas es una opción tan legítima como la “de enfrente”. Y, por tanto, que si ser de ser de izquierdas no implica ser de extrema izquierda, ser de derechas carece de principio de ningún equivalente con ser de extrema derecha. Errores que se dejan caer subliminal o explícitamente para que cale entre la gente. Como ya caló en su momento, y así nos va, el hecho que ser republicano forme parte tan sólo del vocabulario de la zona de izquierdas, ya se esté más o menos cerca de su extremo. Se puede ser republicano y ser de derechas, y a la propia historia de España me remito. Pero claro como le preguntas a uno de esos blandidores de la bandera republicana con su banda morada si es de derechas o de izquierdas, te tomaría por tonto… Caso casi idéntico a esas alusiones que se hacen desde la derecha a la Constitución. Porque se ha ido trasladando a la opinión publica, poco a poco, un discurso no expreso de una Constitución hecha para el uso y referencias exclusivas de la izquierda. Hablar desde la derecha de la Constitución es casi un pecado. Para VOX no. Porque se puede defender la Constitución sin que signifique una ofensa hablar de su posible y necesaria reforma, para que en ella quepan las nuevas leyes que se pretenden para una real equidad entre partidos y una verdadera representatividad de quienes ejercemos nuestro derecho al voto. Otros, en esta misma franja política no hacen más que rehuir el debate, dejarlo para más tarde, para otras legislaturas, no sea que se pierdan las poltronas. Más pronto que tarde la promoción de ese debate impulsado desde VOX hará posible su concreción sobre la tribuna parlamentaria. Mientras, vaya quedando claro, VOX es de centro derecha, así lo pronuncia nuestro Manifiesto Fundacional y quienes anden con ganas de insultar, pues nada, delatados quedarán por su propias palabras.
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Autor Antonio Palomar García (13/02/1969). Archivos
Agosto 2023
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